Toxinas en el agua que debes conocer

Algunas algas producen moléculas químicas que suponen un peligro para la salud humana, la alimentación y el medio ambiente.

Las cianotoxinas se consideran los compuestos más tóxicos y preocupantes en las masas de agua debido a su elevada distribución. Son metabolitos secundarios que se generan y acumulan durante la producción de fotopigmentos. En condiciones ambientales desfavorables, las cianobacterias mueren y liberan su contenido al medio ambiente.

Florecimiento de algas en el embalse de El Pañe, Perú. Fuente: Proyecto TOXICROP

Varias especies de cianobacterias pueden producir potentes toxinas; sin embargo, dentro de la misma especie puede haber cepas productoras de toxinas y cepas no productoras de toxinas. Las cianotoxinas se clasifican químicamente en péptidos cíclicos, alcaloides y lipopolisacáridos, pero se conocen y clasifican principalmente por sus efectos toxicológicos:

  • Hepatotoxinas: Pueden considerarse las cianotoxinas más importantes debido a su abundancia en la naturaleza y a su alta toxicidad. Pueden causar hemorragias hepáticas que conducen a la muerte por shock hipovolémico, así como trastornos gastrointestinales. En dosis elevadas están relacionadas con el cáncer de hígado. Una de las cianotoxinas más importantes y estudiadas es la microcistina, producida por las cianobacterias Anabaena, Microcystis, Planktothrix, Nostoc y Anabaenopsis; en este grupo también encontramos a las nodularinas.
  • Neurotoxinas: Como su nombre indica, son toxinas que afectan al sistema nervioso. Son menos comunes que las hepatotoxinas, pero tienen efectos graves y rápidos, impidiendo la correcta transmisión de los impulsos nerviosos, lo que en última instancia conduce a la muerte por insuficiencia cardiovascular y/o respiratoria. Las cianotoxinas más comunes son la anatoxina-a y las saxitoxinas producidas por las cianobacterias Anabaena, Oscillatoria Aphanizomenon.
  • Dermatotoxinas: No son letales para los organismos, pero causan irritación cutánea al contacto. Destacan la Lyngbyatoxina y la Aplysiatoxina, producidas por cianobacterias como Lyngbya y Oscillatoria.


Los principales peligros para la salud se derivan principalmente de dos vías de exposición:

  • Contacto directo con partes expuestas del cuerpo (oídos, ojos, boca) o zonas cubiertas por la ropa de baño (donde se acumulan las algas y favorecen la ruptura celular y la liberación de su contenido).
  • Ingestión accidental al tragar o inhalar agua o consumir alimentos expuestos al agua contaminada.

A nivel ecológico, el problema más importante es la reducción de la biodiversidad debido a la presencia de toxinas, que pueden provocar cambios en las especies de zooplancton, que son el alimento de los peces, y como resultado la cadena trófica puede verse alterada.
El consumo de estas aguas, sin un tratamiento adecuado para eliminar los microorganismos y sus toxinas, puede ser responsable de enfermedades agudas o crónicas, dependiendo de la dosis y el tiempo de exposición.