Floraciones de algas nocivas, una amenaza tóxica.

En el agua hay algas invisibles a nuestros ojos y que en determinadas condiciones son un peligro mortal.

Las cianobacterias o algas verdeazuladas son microorganismos con características tanto de algas como de bacterias. En condiciones ambientales favorables, como la temperatura o la disponibilidad de nutrientes, se produce un fenómeno conocido como “floración de algas” o “bloom algae”, que consiste en el crecimiento excesivo de una microalga, lo que afecta a la calidad del agua y a su uso.

Embalse El Pañe Arequipa, Perú. Fuente: Proyecto TOXICROP.

Los factores que favorecen el desarrollo de floraciones algales son los siguientes:

  • Eutrofización de los ecosistemas acuáticos, que consiste en el aumento de la concentración de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, que generalmente provienen de actividades agrícolas, industriales y domésticas.
  • Largo tiempo de residencia del agua dentro de un ecosistema, lo que favorece la dominancia de las cianobacterias sobre otras microalgas.
  • Factores naturales como el aumento de la temperatura, las variaciones del pH, la intensidad de la luz y la escasa turbulencia del agua son muy importantes.

Las floraciones de cianobacterias pueden causar problemas en la calidad del agua debido a su rápido crecimiento y abundancia. Además, generan un exceso de biomasa, provocando cambios físicos, químicos y biológicos en el ecosistema que pueden producir un gran número de efectos adversos sobre este recurso. Uno de los aspectos más importantes es su capacidad para producir toxinas que tienen graves consecuencias para la salud pública y la sanidad animal. Se estima que más del 50% de las floraciones algales resultan ser tóxicas.

Floración de algas en el embalse de El Pañe, Perú. Fuente: Proyecto TOXICROP

Las toxinas producidas por las cianobacterias se conocen como cianotoxinas y se pueden clasificar según los efectos que producen:

  • Dermatotoxinas: no son letales para el organismo, pero causan irritación de la piel al contacto.
  • Neurotoxinas: actúan sobre la transmisión del impulso nervioso y pueden causar la muerte por insuficiencia respiratoria, como consecuencia de una parálisis muscular.
  • Hepatotoxinas: causan el tipo más común de envenenamiento relacionado con las cianobacterias y la intoxicación letal aguda. Producen daños hepáticos que pueden incluso provocar la muerte por hemorragia. En concentraciones no letales a estas toxinas se les atribuye un efecto cancerígeno.

En caso de sospecha de floración de cianobacterias, se debe actuar con precaución, asumiendo que es toxigénica mientras no se demuestre lo contrario. Se debe aplicar el protocolo de trabajo, que consiste en muestreos periódicos, análisis microscópicos, pruebas de toxicidad y si se confirma el bloom tóxico, se debe desplegar un conjunto de medidas para impedir el acceso a personas y animales, así como limitar su uso.